martes, 19 de diciembre de 2017

Me entristece ver el poco RESPETO que nos tenemos los unos a los otros. 

A nivel general y anónimo, de ser humano a ser humano, dejándonos mangonear y gobernar por unos políticos que bien podrían estar partiéndose la caja durante una sofisticada cena a nuestra costa.

En el ámbito del trabajo, donde nos hemos auto-impuesto y ahora aceptamos jornadas laborales de 12 horas, además de mal pagadas, que consideramos un trabajo lícito por el que estar bien agradecido - "¡Cuánta gente hay peor!", ¿no?
Yo me planteo muy a menudo, ¿y por qué no podemos trabajar 6 horas al día ganando un sueldo con el que poder sustentarnos sin penurias? ¿Por qué no es esto lo estipulado, la norma? Tanto dinero se ahorraría el "estado" en médicos, tratamientos, bajas por depresión..., quizá se generarían más puestos de trabajo, se reduciría el desempleo... ¡fíjate, lo mismo así la gente hasta podría vivir feliz! Pero nooooo, ¡no queremos eso! ¡Calla, loca! 

Y ya el despropósito a nivel personal, de amigo a amigo. Peor todavía cuando viene de alguien que se supone se preocupa por ti. Pues no, ni a este, tampoco respetamos al de enfrente. Me puede y me quema por dentro ver y experimentar en mi propia carne la falta de consideración y de empatía, ¡RESPETO, por favor! ¿En qué nos estamos convirtiendo?

No hay comentarios: