[No hay mucha gente que sepa cuántas maravillas se les abren en las historias de la juventud, ya que cuando somos niños oímos y soñamos, albergamos ideas a medio cuajar, y cuando al hacernos hombres intentamos recordar, nos vemos estorbados y convertidos en seres prosaicos por el veneno de la vida. Pero algunos de nosotros nos despertamos en mitad de la noche entre extraños fantasmas de colinas y jardines encantados, de fuentes cantarinas al sol, de acantilados dorados a la vera de mares rumorosos, de llanuras abiertas en torno a somnolientas cuidades de bronce y piedra, de la severa compañía de héroes cabalgando blancos caballos engualdrapados junto a espesas selvas; y entonces sabremos que hemos vuelto los ojos a las puertas de marfil del mundo de prodigios que fuera nuestro antes de convertirnos en sabios e infelices.]
Celephaïs, H.P. Lovecraft
Ayer fui a ver Donde viven los monstruos, por ello es esta cita la que ocupa el espacio de hoy (ni que escribiera mucho últimamente...xD), que además hacía ya tiempo que quería ponerla. Porque volver a ser niño, o al menos el que te recuerden vagamente cómo era, es algo bueno a veces... Para darte cuenta de lo en serio que te puedes llegar a tomar la vida cuando sobrepasas la edad adecuada. Por ello, mi propósito para las Navidades es ser un poco más niña (por tanto más feliz) y sonreír siempre; pero sobre todo, no dejar de soñar nunca...
¡FELIZ NAVIDAD A TODOS!